Los problemas de contaminación, deforestación, depredación, etc. que, a veces,
genera turismo han dado lugar a la formulación de medidas de conservación y
mejora de la calidad ambiental. En este sentido, el turismo puede y debe
contribuir a la apreciación de la naturaleza de las áreas en las que desarrolla
su actividad como un medio ambiente bien preservado ayuda a elevar la calidad dela
Turismo y para impulsar la economía local y nacional.
Una expresión de este compromiso es la creación de parques naturales, que son
Busca conservar la flora y fauna y los espacios de gran belleza paisajística.
En algunos países africanos, por ejemplo, estos parques son los mejores
instrumento para la preservación de especies animales en peligro de extinción.
Por otra parte, las banderas azules del programa de la Unión Europea ha permitido la
establecimiento de estándares de calidad en las zonas turísticas de playa y ha favorecido
tomar conciencia de la importancia de preservar los recursos ambientales. Esto
programa se ha convertido en un importante precedente en el desarrollo de estándares de
calidad ambiental y ha permitido para promover ciertas zonas costeras.
Además, turismo en varias partes del mundo ha estado apoyando la
iniciativas locales que buscan mantener y controlar la calidad ambiental.
Desafortunadamente, muchos de estos planes han llegado cuando había una alta
el grado de deterioro de los recursos y atractivos.
Uno de los problemas difíciles de controlar en los últimos años por los gobiernos
local es la gestión de los resorts10 turísticos, servicios de alojamiento temporal
ofreciendo comodidad y relajación, pero que, en muchos casos, no respetan la
armonía urbana y arquitectónica de la zona que se desarrolla. El
Estandarización de la arquitectura, ignorando el estilo natural o tradicional de la
lugar y la armonía con el paisaje termina resultando en la yuxtaposición de estilos.
Los resorts de playa, por ejemplo, han creado cinturones urbanos caóticos e
interminables a lo largo de las zonas costeras que constituyen barreras físicas auténticas
y visuales entre las zonas residenciales y principales atracciones. El caso de
España le permite apreciar la magnitud del fenómeno, en la costa catalana, el 60% de la
Costa está diseñada para uso recreativo; 41%, en el caso de Andalucía; 36%,
en las Islas Baleares y Canarias. Mientras que la parte subdesarrollada de la costa de
la Comunidad Valenciana es sólo el 13,5% (Vera y Marchena, 1996).
Además de la estética y el paisaje, este tipo de impactos de desarrollo arquitectónico
Causa menor segregación de los residentes locales, especialmente en los países
desarrollados donde la población receptora no tiene recursos suficientes para
acceso a instalaciones turísticas.
Otros centros tienen dificultades para el tratamiento de residuos - desde su
recoger para su almacenamiento, por lo tanto, la proliferación de vertederos saturados y
aguas residuales. Como la inversión necesaria para la solución de estos problemas es
alto, estos se repiten en cada temporada.
Por otra parte, la contaminación causada por el creciente uso del automóvil en
diversas zonas urbanas y rurales ha afectado la calidad del entorno residencial y
natural. La contaminación acústica y contaminación del aire son mayores en las áreas
dominada por los edificios verticales de gran altura que albergan muchas
visitantes en espacios confinados.
En las zonas montañosas, la proliferación de actividades deportivas son
bicis de montaña usadas, motocicletas, vehículos todo terreno, etc. perturban la
tranquilidad del entorno, el hábitat natural de los animales, la conservación de la
flora, así como causa problemas de erosión grave.
A pesar de esto, el sector turístico busca respeto y difusión de normas de
protección y conservación del medio ambiente que compense los posibles impactos
negativos que puedan generar actividad turística.
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